Este sitio está concebido con el objetivo de recopilar y organizar la información que nos ha servido para programar y dirigir la estimulación y así documentar el desarrollo del aprendizaje de nuestro hijo. El deseo de proveerle un ambiente donde pueda desarrollar lo más libre y, naturalmente, que sea posible las múltiples inteligencias que nos conforman como seres humanos

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miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿CUÁL METODOLOGÍA USO?

En estos últimos días he recibo varios correos donde me preguntan sobre la metodología que uso, que si Doman no es muy conductista para la enseñanza y temas por el estilo. Es natural tener dudas, y por más de que trate de plasmar mi proceder y desarrollo de la educación de mi hijo, se quedan cosas en el tintero que nunca terminan por decirse.
Yo tengo cero de metodología, mi única guia real es hacer énfasis en actividades que ayuden a desarrollar los sentidos, pero hago como la mayoría, si Martín quiere pintar, pintamos, si quiere leer, leemos, etc. Lo de Doman lo he utilizado para darme pautas y herramientas, aunque no lo he seguido al pie de la letra porque me parece un poco conductista, pero si me ha gustado para coger conceptos de formas de trabajo y utilizarlas con Martín, como por ejemplo las tarjetas de bits de inteligencia (imágenes con nombres). No estoy esperando que él aprenda a leer y a escribir ya, pero si estoy aprovechando su periodo de mente absorvente para que adquiera el vocabulario en el que él pueda estar interesado, como por ejemplo los animales. No se trata de volverlo un niño lleno de conocimiento, se trata de ayudarlo en su descubrimiento del mundo. Ha sido tan fácil enseñarle las cosas, que simplemente le doy lo que me pide (en cuanto a información!jeje) y trato de organizarle "juguetes"  a lo Montessori: objetos que le sirvan para aprender, como loterias con nombres e imágenes de objetos, animales, colores. Le compre unos números de plastico y él juega con ellos, los organiza, los pone sobre otras tarjetas con números, los pone sobre sus libros de números, etc. El mismo va haciendo su aprendizaje y yo sólo le doy una pequeña guia. También por eso termine haciendo el blog, pues no encontraba una metodología exacta para los niños en esta edad, en vez de eso encontraba cantidades de información, entonces fué cuando me di cuenta que no hay una exacta forma de enseñar a descubrir el mundo sino por la experimentación propia, y me llene de información que quise organizar en un lugar y que además le sirviera a otros padres que andan en la misma búsqueda.
Yo soy bastante ecléctica en mi proceder y he tomado todo lo que me ha parecido interesante y viable para utilizarlo en la enseñanza de mi hijo. Yo procuro no sesgarme en una sóla opinión, y sobre todo, procuro documentarme bien para saber cúal es el camino a tomar. El método Waldorf, es muy parecido al Montessori pero se basa más en la experimentación con la realidad in situ, es decir con la naturaleza, las cosas de casa, en fin. El método Montessoti me gusta mucho en cuanto a la manera en que esta enfocada la forma de enseñar, pero hay que tener en cuenta que muchos de los ejercicios fueron pensados para niños con cero estímulos de un orfanato, así que tienes que ser selectiva a la hora de escoger el material. La metodología es muy interesante, además que propone un crecimiento espiritual y mental del maestro para poder ayudar a desarrollar al niño. Existe un libro que me leí recientemente que se llama Un enfoque moderno al método Montessori de Paula Polk Lillard, el cuál da buenas pautas para ayudarnos en el proceso de guía en el aprendizaje infantil.
Mi intención con este blog no es el de decirles a los padres cómo tienen que educar a sus hijos, mi intención es la de plasmar mis puntos de vista y mi proceder con el fin de que mi experiencia le pueda servir a otras personas para ayudarlos a perfeccionar sus propios métodos personales.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Dos años y medio...aprender a comportarse

Revisando el blog de lola me encontré con este fragmento de un libro que ella se está leyendo llamado "Aprender a comportarse" de Penélope Leach. Ya que Martín está llegando a esa edad y estamos viendo como ha aumentado su seguridad en si mismo para explorar, pero al mismo tiempo su necesidad de límites está ahí, me parece muy pertinente colocarlo aqui para que aprendamos un poco más del comportamiento de los niños pequeños y no nos volvamos extremadamente autoritarios.
"Todos tenemos días en los que escuchamos nuestras propias e incordiantes voces diciendo continuamente «No», «Ya basta», «No hagas eso» y en los que también escuchamos los sombríos silencios que se producen entre los estallidos. 
Todos pasamos por momentos en que apartamos a los niños de los objetos, o los objetos de los niños con un poco más de la fuerza necesaria, en los que tratamos a nuestros hijos de formas que recordamos de nuestra propia infancia y que juramos evitar, y en los que odiamos a esos niños por hacemos tan odiosos. 
Ayuda el saber que ésas son cosas que les suceden a todos los padres y ser conscientes de que no están causadas por delitos específicos de los niños, sino por una irritación general con su naturaleza infantil. 
Y ayuda a sus hijos porque si no pueden ser infantiles a los dos o a los cuatro años, - ¿cuándo podrán serlo? ...

A pesar de todo, estos años de la primera infancia son el período ideal para reconciliarse con lo que se esperará de ellos en el futuro, así como para practicar los comportamientos que constituyen una prioridad social en estos momentos. Los niños pequeños aprenderán casi cualquier cosa que los adultos traten de enseñarles porque desean saberlo todo.
  • Desean saber, particularmente, cómo comportarse porque quieren ser como ustedes y complacerlos.
    Procuren que el proceso no se vea afectado por una palabra de carga tan pesada como «disciplina», con todos sus espectros relacionados, como la «desobediencia» y la «falta de sinceridad». 
  • Ese proceso debería ser siempre interesante y a menudo agradable, tanto para usted como para el niño.
    Si les gusta su hijo, y si además de amado se sienten complacidos por haber realizado hasta el momento un buen trabajo como padres, quizá puedan pasar por su infancia sin pensar siquiera en la «disciplina». Si pueden hacerlo así, háganlo.
    La ausencia de reglas y normas en el hogar no significa que sean ustedes negligentes.
    Su hijo experimenta distintos estados de ánimo y ustedes también. El niño comete equivocaciones, como ustedes y a veces hace lo que desea, en lugar de lo que debiera, como todo el mundo
  • Para poder llevarse bien en la vida, procuren tratarse unos a otros como seres humanos, y es posible que eso sea lo único necesario.
    Si las cosas funcionan de ese modo, no se moleste en leer este capítulo, destinado únicamente a los millones de padres que necesitan de una seguridad más estructurada con respecto a que sus hijos no se les «escaparán de las manos», o que ya experimentan la sensación de tener algunos problemas con la disciplina.
  • Aunque todos los padres experimentan momentos en los que desearían que sus hijos les «obedecieran al instante», de tal modo que decides: «Siéntate y estáte quieto» produjera unos niños quietos y silenciosos, la única clase de disciplina que realmente merece la pena es la autodisciplina que algún día le permitirá hacer y comportarse como debe cuando no haya nadie para decide lo que ha de hacer o incluso observar si no lo hace.
    Aprender los rudimentos de la auto disciplina exige mucho más tiempo que los años de la primera infancia.
  • Ahora que ya es un niño en edad preescolar, está preparado para empezar a aprender a cuidar de su propia seguridad y aceptabilidad social. Le enseñará a comportarse en innumerables situaciones y circunstancias diferentes y le ayudará a comprender que todas esas formas diferentes de comportamiento se resumen en algunos principios básicos y vitalmente importantes, como la sinceridad o la amabilidad.
  • A medida que aumente su comprensión, irá usted retirando su control, paso a paso, confiando en que sea él mismo quien aplique los principios aprendidos porque hacerlo así ya no es una cuestión de obedecerle, sino de ser fiel a sí mismo. 
  • «Mostrar» al niño cómo debe comportarse es clave porque el niño imitará el comportamiento que le dé usted con su ejemplo, antes que adaptarse a lo que usted le diga.
    De hecho, si existiera un vacío de credibilidad entre lo que usted dice y lo que hace, él hará lo que usted haga, al margen de lo que le diga, así que tenga cuidado con las técnicas disciplinarias anticuadas como «devolver el mordisco» a los niños que muerden.
  • El «cómo» también es un concepto importante porque a los niños les resulta mucho más facil comprender y recordar instrucciones positivas que negativas: es decir, recuerdan mejor lo que deben hacer antes que lo que no deben, y prefieren la acción a la inacción.
  • Procure decirle: «Así» en lugar de «Así no», y decir «Sí» y «Adelante» al menos con la misma frecuencia con la que diga «No» y «Basta».
    Su hijo no le ofrecerá mucha más amabilidad, consideración y cooperación de la que usted le ofrezca a él y es muy probable que reproduzca su misma forma de hablar (tanto buena como mala) y muchas de sus mismas actitudes
  • Procure recompensar el buen comportamiento y no el malo. Recuerde que la atención adulta actúa como una recompensa y que los niños pequeños a menudo prefieren contar con una atención malhumorada, antes que con ninguna. Si no hace caso de su hijo cada vez que está tranquilamente ocupado y sólo le presta atención cuando debe, estará recompensándole por molestar y castigándole por ser un placer.

martes, 22 de septiembre de 2009

AHORA ESTOY EXPLORANDO...

Ahora estoy explorando mami, faltaría que Martín me dijera en cualquier momento. Se la pasa de arriba a abajo con su taburete amarillo, poniéndolo en todos aquellos lugares para él antes inaccesibles, incluyendo la lavadora. Como todo padre debe haber notado, todo objeto con botones que logran una acción, son objetos deseados enormemente por los niños, y eso incluye obviamente la lavadora. En un principio le decía simplemente NO MARTÍN, pero al ver que eso era totalmente inservible, y que entonces ponía zanahorias y papas también en la lavadora junto con la ropa y la prendía, emprendí una actitud diferente: ahora cada vez que voy a poner la lavadora a funcionar digo MARTÍN, VEN QUE NECESITO QUE PONGAS LA LAVADORA, él viene corriendo donde sea que esté con su butaco amarillo, se sube y sigue muy juicioso las indicaciones que le doy: Primero la prendes, luego cuadra el ciclo, eso, otra vez, ya está, ahora el nivel del agua, muy bien, ahora inicio..y... listo!! se pone muy contento por hacer algo de los grandes, sigue mis instrucciones sin afán y me encargo de decirle que él no tiene necesidad de prender la lavadora sin mi permiso, pues siempre que la voy a prender se lo pido a él, eso sí, tengo que estar pendiente de no romper la promesa, pues si él llega a oir que la prendo sin decirle, se rompe el encanto.
Me ha servido la experiencia para entender que cuando quieres que tu hijo respete una acción, lo mejor es incorporarlo a ella, como cuando voy al mercado. En vez de estar gritandóndolo para que esté juicioso, es decir quieto al lado tuyo sin coger los productos que se exhiben, lo pongo a que me ayude a escoger las papas, los tomates, etc. y ahi sí se queda juicioso y contento!!

lunes, 14 de septiembre de 2009

ENCUESTA: ¿Dejar la vida para criar un hijo?

Recientemente tuve una charla con una persona amiga, y entre todos los argumentos que sostiene, me dice que uno de los principales motivos por el cual le parece que sus hijos deban ir al jardín y por supuesto luego al colegio, es que uno como padre o madre que asume la educación en casa, está dejando de lado su vida para asumir el control total de la vida del pequeño, y que cuando ellos crezcan o vayan al colegio o mueran, o lo que sea que pase que los aleje de nuestro lado, el padre o la madre que decidió dedicarse al hijo, se va a quedar sin plan ni propósito para continuar en la vida. Otro punto que esta persona argumenta es que entre más rápido socialicen los hijos en un medio externo al núcleo familiar, será mejor para ellos, y por supuesto para los padres también, porque se podrán librar por algunos momentos de la presencia absorvente de los pequeños y dedicarse a labores que los enriquezcan profesionalmente, pues es importante, según esta persona, no olvidarnos de nuestro desarrollo personal, ya que la llegada de un hijo no implica cambiar radicalmente nuestra vida, sólo un poco ( ja!)
Pienso que criar al hijo en casa, y personalmente, no sólo va en beneficio de él o ella, sino también de uno mismo como padre y ser humano, pues encargarse de su educación es una tarea que si se asume a cabalidad, implica un crecimiento intelectual, personal y espiritual: es el proyecto más grande que tienes en tu vida y como tal lo afrontas. Dedicarse a la crianza de los hijos no significa olvidarse de uno mismo como persona y ser humano, significa crecer con ellos, brindarles el ejemplo, demostrarles con hechos y palabras que son importantes para nosotros, así como ellos nos demuestran con cada descubrimiento que nosotros somos importantes para ellos, que nuestra opinión y aceptación es muy importante en su vida. Implica un esfuerzo muy grande puesto que para dar el ejemplo no sólo se debe centrar en suplir las necesidades cotidianas (comida, techo, cariño, tiempo, etc), sino también pienso que es importante que nuestros hijos se den cuenta que tenemos actividades que nos apasionan, que aunque los amamos mucho y haríamos lo que fuera por ellos, existen muchas más cosas en la vida para realizar, y qué rico y excitante podría ser involucrar a nuestros hijos en nuestras pasiones, actividades deportivas, creativas, intelectuales, darles la oportunidad de apreciar a sus padres en una faceta diferente a la del padre del día a día, mostrarles la excitación que nos produce contemplar un paisaje, un partido de tennis, un libro, crear un cuadro, etc. A nuestros hijos le gusta contemplar y participar en las actividades que los padres realizan con gusto, y les gusta saber que son muy importantes en la vida de nosotros pero no lo son todo! Criar a un hijo en casa, implica modificar todo tu esquema de vida (o por lo menos el mio!) y organizar la vida cotidiana, la crianza y el desarrollo de cada uno de los miembros de la familia para que se realice de manera autónoma y al mismo tiempo compartida. Es una experiencia difícil, pero enriquecedora: te permite crear nuevas estrategias de juego, te permite discutir y hablar con tu pareja y con tus hijos el rumbo que esta tomando la familia y cada miembro y tratar de encontrar el balance y el crecimiento en cada acción, te permite evaluar y replantear el proyecto de nuestras vidas, y por sobre todo, nos vuelve más creativos para tratar de alcanzar nuestras metas. ¿Quién dijo que el éxito profesional y el familiar no pueden ir de la mano? De pronto no formaremos un futuro millonario, pero seguro formaremos un ser humano seguro de si mismo, con un alto contenido de amor propio y dispuesto a amar y formar una familia sin dejar de lado sus pasiones, más bien tratando de integrarlos para que todos puedan disfrutar o sentir como ese ser humano disfruta de las acciones que tanto le gusta realizar. Se puede educar en casa y hacer de esta actividad un proyecto de vida que continua aún cuando los hijos se han ido y se puede complementar con cualquier otra actividad que te apasione, como por ejemplo escribiendo libros, haciendo conferencias, compartiendo la experiencia con otros padres, usando la información adquirida para aplicarla en campos tan diversos como la arquitectura, la escritura, el arte, el derecho, el cine, etc., creatividad ante todo!! Claro, lo mas fácil es seguir tu vida como de costumbre y acomodar la vida del niño a tus rutinas, metas y sueños, pero lo más dificil es ser creativo para acomodar tus proyectos y sueños y enlazarlos dentro del gran proyecto llamado FAMILIA.
¿Ustedes qué piensan? por favor espero sus comentarios, porqué quiero llenar este blog de argumentos diferentes que respalden la idea de que es posible criar a los hijos en casa sin dejar una vida.

sábado, 5 de septiembre de 2009

PROYECTO LENGUAJE: 5º PARTE

Martín está en un momento en que tranquilamente incorpora hasta 5 palabras nuevas a su vocabulario diario. Anda como una grabadora repitiendo lo que oye de nosotros y del ambiente algunas palabras que le llaman la atención. Jugamos mucho a decir sílabas con cada una de las vocales, por ejemplo yo le digo mama y él sigue meme, mimi, momo, mumu, y así con todas las letras foneticamente posibles: fafa, nana, sasa, jaja, kaka, lala, ñaña, tata, papa, etc. Jugamos a hacer las combinaciones con las vocales y él se ha dado cuenta que algunos sonidos de aquellos son palabras, así que se queda jugando a veces él solo a hacer más combinaciones. También hemos seguido practicando el inglés, a petición de él mismo, ya que he notado que disfruta diciendo las cosas de diferentes maneras: juega con sus libros de números y "cuenta" en inglés, o dice los colores y los animales en inglés, además de que me pide "cuso de ingés" (curso de inglés)Debo confesar que tenía un poco de miedo de introducirle otro idioma sin que todavía dominara el español, pero son miedos propios de mi sistema de aprendizaje racional adulto, que difiere mucho de la mente absorvente del niño, así que me atreví, le pongo su curso de inglés (basado en el metodo Doman de bits de inteligencia) y cuando hacemos actividades que le llaman mucho la atención como pintar y cocinar, le hablo todo el tiempo en inglés con comandos sencillos (porque además no soy experta en esa lengua), y poco a poco he logrado que comprenda más ese idioma, haciéndo que él lo incorpore de manera más natural en su vida diaria. También hice un experimento y es que lo puse a ver un curso de francés online para niños de la BBC (es un curso muy sencillo pero bien animado) y le gustó. Ahora también me pide curso de francés y a veces lo oigo repitiendo algunas fraces que olló en el curso, lo cual me hace pensar que la única limitante para que un niño aprenda otros idiomas somos nosotros mismos como padres (en el caso de niños sin problemas de aprendizaje), ya que los bebés tienen la capacidad de aprender cualquier idioma. Estoy muy contenta viendo los progresos de Martín, van despacio pero firmes, y sobre todo, él se siente feliz con sus nuevos poderes de comunicación. Aqui pienso que contribuye decir que es importante incentivarl a los niños a hablar, a expresar con las palabras que saben lo que quieren o están sintiendo en ese momento, y aqui es donde nosotros como padres podemos aprovechar para evitar pataletas enseñándoles palabras y pequeñas oraciones que les hagan la vida más fácil, por ejemplo mami por favor dame agua, etc. Muchas veces hemos evitado un berriche de Martín motivándolo a expresar una necesidad, y lo mismo hacemos con el inglés, lo motivamos a que se exprese en ese idioma también, aceptando sus limitantes, felicitándolo cuando se hace entender y brindándole mucha comprensión y paciencia para traducir las palabras que dice a media lengua, ayudándole a pronunciarlas mejor y a elaborar pequeñas y sencillas frases con adjetivos, adverbios y verbos que ya conoce en ámbos idiomas. Tanto es así que ya empezó a armar sus propias frases, siendo para él un motivo de gran orgullo cuando las ha dicho en "público" (lo vemos por el brillo de sus ojos!). Para nosotros es un hecho que si el niño no siente la necesidad de aprender a hablar porque papi y mami corren cuando hace un berrinche, y prácticamente le leen la mente, él no siente que tenga que aprender porque de la manera que lo está haciendo ya se está comunicando. Lo mismo pasa con los idiomas con el niño pequeño: los padres hablan español en casa pero el niño esta en un ambiente de inglés por fuera. El entiende todo lo que le dicen en español, pero no lo habla porque sus padres se acostumbraron a que él habla con ellos en inglés, es decir, sus padres nunca le exigieron que se comunicara en español, no le crearon la necesidad, por lo tanto no tiene que hablarlo, para qué? Cuando el ser humano tiene una necesidad, es allí cuando afloran mayormente las habilidades cognitivas.